Hace unos años, cuando estuve estudiando la licenciatura en Psicología, me pude dar cuenta de que en numerosas ocasiones mis maestros y asesores utilizaban el término social para explicar y comprender los fenómenos que acontecen en las comunidades actuales. No obstante, con el paso del tiempo, y gracias a varias lecturas que he realizado, específicamente la teoría del Actor-Red (TAR), me he dado cuenta que, en casi todas las afirmaciones o frases que enunciábamos, dicho término aparecía como una masa uniforme, homogénea y estable que aporta un cierto tipo de explicación a aquello que para otros dominios era imposible dar cuenta: los “factores sociales” manifestaban los “aspectos sociales” de fenómenos “no sociales” (Latour, 2005).
Por ejemplo, recuerdo muy bien que, en un proyecto involucrado en instituciones penitenciarias, la frase predilecta para explicar la delincuencia era la siguiente: “las personas delinquen debido a ciertos factores sociales que los motivan a actuar en contra del orden establecido por el Estado”. De tal forma, si miramos bien, cuando mis compañeros y yo utilizábamos el concepto “factor social”, en realidad estábamos configurando lo social como un aspecto que tiene la propiedad de reforzar, mantener, reproducir o subvertir el orden (Latour, 2005), y asimismo, como una falsa conciencia que suministra una auto-explicación (Vaccari, 2008), es decir, como una dimensión que puede ser movilizada para explicar otros fenómenos no sociales (Tirado & Domènech, 2005). De hecho, nuestra elucidación de la criminalidad simplemente trasladaba el fenómeno de la delincuencia a un concepto ambiguo, externo y autónomo que tiene la capacidad de unificar ciertos tipos de interacciones e incidir de manera soberana sobre otros dominios de la realidad.
No obstante, hoy en día, si revisamos los planteamientos de la Teoría del Actor-Red, podemos pensar de diferente manera ya que dentro de este marco epistémico lo social ni es una dimensión homogénea que existe por sí sola, ni es lo que nos mantiene unidos. Todo lo contrario, es lo que es sostenido, lo que se mantiene a partir de los vínculos o relaciones semiótico-materiales (Tirado & Domènech, 2005). De modo que eso que llamábamos “factores sociales” pasa de una categoría de estado a ser una categoría de proceso de reensamblaje. Ahora lo social es un conjunto heterogéneo de elementos que se configuran, se construyen y se reensamblan; o mejor dicho, es una conexión: el resultante de la unión de otros tipos de conectores no sociales (Latour, 2005).
En ese sentido, es evidente que la frase que argumentábamos en la universidad únicamente extrapolaba la delincuencia a los factores sociales. Por lo tanto, ahora entiendo que es conveniente enmarcarnos dentro de los planteamientos teórico-metodológicos de la teoría Actor-Red para descifrar las problemáticas actuales. Es decir, utilizando el ejemplo de la criminalidad, la tarea ya no consiste en tratar de averiguar cuáles son los factores sociales que originan la criminalidad (como lo harían las propuestas tradicionales) [1]; más bien la cuestión está en describir exhaustivamente el juego de ensamblajes y conexiones generadas en el entramado que posibilita la delincuencia (los objetos, los sujetos y las instituciones que participan, las trayectorias y mediaciones que éstos producen, entre otros) [2]. Al fin y al cabo, la explicación de un fenómeno se consigue cuando la descripción está saturada (Latour en Tirado y Domènech, 2005).
Luis Jaime González Gil
Email: luisjaime@antropomedia.com
Notas
[1] Para Latour la sociología se puede clasificar de dos maneras: la sociología de lo social (hegemónica) y la sociología de las asociaciones (crítica). La diferencia radica en que la primera define el término social como una masa uniforme que intercede en los procesos humanos, y por su parte, la segunda entiende que lo social es el resultado del vínculo o ensamblaje de los elementos no sociales.
[2] Para una explicación a detalle de los conceptos utilizados por Bruno Latour (medicación, trayectoria) véase en su libro Reensamblar lo Social: Una introducción a la teoría del Actor-Red.
Referencias
Latour, B. (2005). Reensamblar lo social: una introducción a la teoría del Actor-Red. Oxford: Oxford University Press.
Tirado, F. & Domènech M. (2005). Asociaciones Heterogéneas y actantes: el giro postsocial de la teoría Actor-Red. AIBR. Revista de Antropología Iberoamericana. Madrid. Ed. Electrónica. Núm. Especial. Noviembre-Diciembre.
Viccari, A. (2008). Reseña de Reensamblar lo social: una introducción a la teoría del Actor-Red de Bruno Latour. Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad. Julio, 4 (11), 189-192.