Si pensamos que las personas interactúan igual en la red que en la vida cotidiana estamos un poco perdidos, o mejor dicho, tenemos que poner más atención al mundo online. Aunque es verdad que ciertas relaciones que entablamos en la Web se asemejan mucho a las que se originan en la escuela (Google Scholar), en la oficina (LinkedIn) o en los bares (Facebook), existen muchos elementos tecnológicos que producen que la participación de los internautas sea ligeramente distinta. Por ejemplo, el estar comunicándonos en la red produce que no sólo tengamos que dominar el habla y la escritura, sino que también requiramos una alfabetización y habilidades tecnológicas, es decir, no sólo basta con que conozcamos las reglas o convenciones de la comunicación, sino que además necesitamos tener presentes el conocimiento técnico que posibilita la interacción cibernética.
Kozinets (2010), en su libro Netnography: Doing Ethnographic Research Online, ha intentado comprender las formas en que participan los individuos en las comunidades online. Y para ello, mediante un diagrama, explica ochos maneras distintas de relación en función a la fuerza de la unión que establecen (fuerte o débil) y el hábito de consumo (la centralidad que le dan a las actividades dirigidas a la compra y venta).
En la esquina inferior del cuadro se encuentran los “newbies”, los cuales, son personas que carecen de fuertes lazos sociales con el grupo, mantienen sólo un interés superficial en las actividades relacionadas al consumo en sí y tienen capacidades y habilidades relativamente débiles en términos digitales. Mientras que en la esquina inferior derecha están los “minglers” que son los fraternizadores de las comunidades, es decir, son los socializadores que conservan fuertes lazos personales con muchos miembros de la comunidad, sin embargo, se comprometen en la actividad relacionada al consumo de forma superficial.
Los “devotees”, ésos que están localizados en la esquina superior izquierda del cuadro, son individuos que tienen lazos sociales relativamente poco profundos con los miembros de la comunidad, pero conservan un interés central por la actividad de consumo, así como una refinada habilidad y conocimiento. Y los “insiders”, esquina superior derecha, que son los internautas que tienen fuertes lazos sociales y una identificación profunda con la actividad del consumo.
Ahora vamos a los triángulos, estas figuras que representan algunas formas de participación adicionales (lurkers, makers, interactors y networkers) que sobrepasan la lógica del cuadro. Los “lurkers”, son los observadores activos que aprenden acerca de un sitio a través de la percepción y lectura, como si fueran un fantasma que observa lo que las comunidades realizan. Los “makers” son constructores de agentes activos de las comunidades en línea y los espacios sociales con los que éstas se relacionan, podríamos apreciarlos como arquitectos de la Web. Los “interactors” son sujetos que están muy comprometidos con la actividad de consumo, y por lo general, en los lugares en los que transitan los navegantes. Y por último, están los “networkers” que se dedican básicamente a crear lazos entre las diferentes comunidades en línea.
De modo que, como se puede ver, la red tiene sus propias características que se reflejan en las formas en que participan los individuos: pareciera que internet propicia relaciones enfocadas al consumo y a la formulación de interacciones familiares. No obstante, no pensemos que éstas son categorías absolutas que representan en su totalidad la participación, más bien son sólo una forma (entre muchas) de percibir ese mundo virtual que se ha construido en las últimas décadas. Asimismo, tampoco consideremos que la vida online y offline no tienen nada que ver, ambas se relacionan otorgándole ciertas características a la otra: cuantas veces estamos en una reunión chateando con nuestro Smartphone sin poner atención a las personas que se encuentran alrededor, o cuantas veces el contenido que escribimos en la computadora proviene de nuestra vida cotidiana. En fin, más que totalizar, intentemos comprender esta nueva dimensión, que al parecer corre a una velocidad impresionante, si no me creen, preguntémosle a MySpace, esa Red-Social que ya casi nadie utiliza, o a las mil versiones antiguas de I-Tunes que hemos descargado en nuestras vidas.
Antropomedia
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Referencias
Kozinets, R. (2009). Netnography: doing ethnographic research online. Sage: London.