Una reflexión de una de las caras de la netnografía que permiten entender la realidad desde lo lejano y lo cercano, desde la utilización de muchos datos y de pocos datos.
Digital Netnography es una de las caras que ha asumido, según R. Kozinets, la nueva forma de hacer etnografía dentro de los terrenos cibernéticos. Este método consiste en utilizar no solamente la observación participante y la interpretación estilo “lurker” (observar a las personas sin ser observado) para analizar las relaciones humanas que se suscitan en blogs, chats, medios sociales, entre otras plazas digitales. Sino, se pueden utilizar herramientas tecnológicas y algorítmicas para entender la red humana que sustenta cualquier tipo de práctica, y además, complementar la netnografía desde la utilización de “Word Clouds” o reportes que representen el tipo de imágenes o palabras que utiliza la tribu online.
Por ende, se tiene una combinación de análisis de datos a gran escala (Digital Netnography) y a pequeña escala (Symbolic Netnography). Es decir, se pueden analizar miles y miles de datos con la ayuda de la tecnología algorítmica actual, y además profundizar e interactuar (observación participante) con ciertos perfiles para entender la lógica de esos datos, y aunado a esto, a las comunidades online.
Utilizando la metáfora de la ciudad del filósofo e historiador De Certeau: de un lado, se tiene una mirada abstracta del rascacielos que observa toda la ciudad a una altura y distancia considerable, lo que permite entender flujos, zonas geográficas y estructuras materiales y humanas; pero no se pueden ver los detalles de las personas, las calles, ni escuchar las conversaciones cotidianas. Y del otro, se genera una visión de calle: es una forma cercana de investigar, tal como si estuviéramos recorriendo las calles citadinas, preguntándoles a los de alrededor lo que piensa, sienten y significan. Circunstancia que permite profundizar y entrever el universo simbólico de las personas, pero impide ver las cosas de lejos (como la visión del rascacielos).
Total, el netnógrafo produce un estudio más pleno, donde se complementan las visiones lejanas y cercanas. Se estudian una cantidad de datos impresionante mediante algoritmos, y a la vez, para entender las lógicas simbólicas, se analiza una pequeña parte de todos esos datos, como un modo de profundizar lo encontrado desde el mapa general. Un ejemplo: los estudios sociométricos y la observación participante.
El estudio sociométrico permite visibilizar en forma de sociograma los vínculos humanos, al grado que se construye un mapa de la estructura de la comunidad online. Y la observación participante, permite que investigador entienda (desde una postura activa) con mayor profundidad lo qué valoran y tienen en común las tribus online.
Lejano y cercano, dos miradas en una. La netnografía en esta versión deja de ser, como dicen los críticos, un focus group aumentado (2.0), o una cuestión e analizar a las personas desde la vigilancia no interactiva omnipresente (lurkear). Es un estudio completo que revela lógicas estructurales y comprensiones culturales. En el caso esbozado, la sociometría funciona como una herramienta cartográfica y de entendimiento abstracto de una proliferación de datos, y la observación participante tiene la labor de visibilizar y comprender los significados que se comparten entre los miembros de la comunidad online (y producen esa estructura online).
Antropomedia
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Referencias
De Certeau, M. (1999). La invención de lo cotidiano: artes de Hacer. México: Universidad Ibeoamericana.
Kozinets, R. (2015). Netnography: Redefined. 2nd Edition. London: Sage Publications TD.