Marc Augé, antropólogo, en un pequeño y maravilloso libro, nos habla de la antropología de lo cercano, esto es, de la antropología que surge a finales del siglo XX, no de la curiosidad por analizar las ciudades, o por un hartazgo de la antropología por su objeto de estudio (las tribus y culturas exóticas), más bien por el fenómeno de la sobremodernidad: un momento histórico, cultural y social en el que existe un exceso en el tiempo, el espacio y el individuo: las distancias se han acortado, los grandes relatos modernos han caído de modo que la historia se ha multiplicado y las ciudades se ha vuelto extrañas por sus tintes individualistas.