Las metáforas no sólo pertenecen al mundo de la literatura, no es una cuestión únicamente que dominen y utilicen los expertos literatos y lingüistas, además de la aliteración, el pleonasmo, la prosopopeya, las metonimias, las hipérboles, el hipérbaton, el polisíndeton… Cotilleo tras cotilleo, la gran parte del tiempo, las personas que se consideran “comunes y corrientes”, por no decir no expertas en la lengua, trazan metáforas subrepticias dentro de las oraciones que formulan para el otro (o para sí mismos); solo es cuestión, como dirían Lakoff y Johnson, de poner atención especial a las expresiones para descifrar y entender la lógica metafórica que contienen implícitamente.